Hola a todos y todas, ¿Cómo va?
Antes que nada, las presentaciones: me llamo Santiago, soy profesor de Historia por la UBA, doy clases en una escuela secundaria y actualmente estoy terminando la licenciatura (misma disciplina, misma casa de estudios). Además, me gusta mucho el mundo de la investigación, así que indago sobre cuestiones de historia argentina y latinoamericana contemporánea. Pero, como si fuera poco, hay algo más: siempre me interesó la divulgación histórica (algún día escribiré sobre cómo nos pega eso en la carrera, sobre todo porque me preguntaron un millón de veces sobre si me gustaba o no Felipe Pigna. Próximamente. Ampliaremos). Y, también, suelo escribir sobre diferentes cuestiones, casi como un hobby.
Desde que arrancó esta maldita pandemia que me sumergí en el mundo de los newsletters (me enganche mucho con todos los de Cenital, recomiendo fuerte). Para quien no conoce de qué se trata, son “boletines informativos” que se envían, con una determinada periodicidad, a una casilla de email de los usuarios que desearon suscribirse al mismo. Lo utilizan mucho las empresas en sus estrategias de marketing, pero en el último tiempo también surgió como un medio de comunicación digital y periodístico alternativo, además de permitir armar propuestas freelance.
Así que me decidí a unir los diferentes intereses personales acá: escribir un newsletter sobre historia que sirva para divulgar. Ahora bien, ¿newsletter sobre historia? “Noticias” e “historia” parecieran ir por caminos separados, ya que la historia se suele ver como una disciplina inmóvil, como algo fijo y antiguo juntando polvo en un museo. Sin embargo, estoy completamente convencido que no es así, que hay mucho para escribir en este campo. Voy a tratar de convencerte también a vos.
Como te conté, enseñó historia en un secundario y tengo los años más chicos. Por eso, me veo en un desafío similar: justificar ante adolescentes porque es importante tener varias horas de historia todas las semanas. Para eso, en la primera clase, les pregunto a mis alumnxs (sí, voy a escribir con x) por qué creen que es importante estudiar historia. Las respuestas que más se suelen repetir son dos: porque hay que saber de eso que podemos llamar, vagamente, “cultura general”; y para no repetir los errores del pasado.
Esos dos motivos los acepto y retomo en esta newsletter. Es verdad, la historia suele ser interesante, entretenida y, muchas veces, fascinante. Ya por eso, se justifica escribir sobre hechos y procesos que vivieron personas como nosotrxs en otro momento; y comunicar las noticias de la disciplina. A esta razón, se le puede sumar la otra que suele aparecer en las respuestas de lxs adolescentes: “no repetir los errores del pasado”. La idea no es nueva: ya quedó plasmada en la frase de Cicerón, pensador y uno de las principales figuras políticas de la república romana en el siglo I a.C.: “historia magistra vitae”, es decir, la historia como maestra de vida. O inmortalizada en ese conocido axioma que afirma que "aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo". En esta idea, la historia le enseña lecciones a la humanidad para que aprenda en un futuro a tomar mejores decisiones. También podemos retomar este motivo, y recuperar las enseñanzas que tienen para dejarnos los tiempos pasados.
Ahora bien, como digo en mis clases, hay un tercer motivo por el cual estudiar historia y, en conexión con lo que te escribo hoy, leer un newsletter sobre historia: la intrínseca relación que tiene la historia con el presente. Marc Bloch, uno de los mayores historiadores del siglo XX, quien fue asesinado por las tropas nazis en 1944 mientras participaba de la resistencia francesa, lo resumió brillantemente de la siguiente manera: “la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero quizá es igualmente vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente”. No solamente da lecciones sobre el que hacer, sino que también nos ayuda a comprender el tiempo en el que vivimos. La historia no es una ciencia estática y anticuaria como parece a veces, sino que es extremadamente dinámica y vital.
Lxs historiadores se dedican a estudiar cuestiones del pasado, es cierto, pero siempre lo hacen a partir de preocupaciones del presente. Por eso, otro gran historiador del siglo pasado, el inglés Christopher Hill, afirmaba que cada generación debía reescribir la historia, ya que el presente cambia constantemente y, por eso, cada generación de nuevxs historiadores se hace nuevas preguntas sobre el pasado y descubre nuevas áreas de interés. Por eso, en este newsletter, iremos retomando diferentes cuestiones históricas a medida que se van sucediendo los eventos presentes.
E, incluso, esta articulación de pasado y presente nos tiene que servir para plantearnos transformaciones en el hoy e imaginarnos un mejor futuro. Perdón por tantas citas, pero cuando otrxs lo dicen tan bien, no queda otra: el historiador italiano Enzo Traverso, releyendo las Tesis sobre la filosofía de la historia de Walter Benjamin, sostiene que “el rescate del pasado no implica tratar de reapropiarse o repetir lo que ha ocurrido y se ha desvanecido; implica, antes bien, cambiar el presente”.
De alguna manera, de esto se va a tratar las entregas de este newsletter: interés general, lecciones del pasado y repensar el presente. Discúlpame si es un poco pretencioso, pero así es la historia champagne (?). Hablando en serio, la idea es rescatar cuestiones que se discutan en la agenda actual y poder repensarlas desde el conocimiento histórico. Por ejemplo, esta semana publiqué esta nota en la Agencia Paco Urondo sobre cómo impactaron, a lo largo de la historia, las políticas deportivas estatales en el rendimiento de las delegaciones argentinas en los Juegos Olímpicos (sí, ya sé, quede manija de Tokio, igualmente agradezco recuperar horarios normales de sueño). Como todavía no había largado este newsletter salió en forma de nota, pero es un adelantado de lo que se vendrá.
Popurrí
Otras de las cosas que me gustaría hacer en el newsletter es un recorrido por noticias, notas, eventos y cuestiones relacionadas con la historia que van ocurriendo día a día. Por ejemplo:
En las últimas semanas, Jorge Fontevecchia entrevistó en Perfil (no, no tengo canje con Perfil) a varios importantes historiadores: a Enzo Traverso, a quien ya nombre y cité; y a dos argentinos: Gabriel Di Meglio y Pablo Gerchunoff. Son entrevistas largas, pero que van en sintonía con lo que les contaba previamente: mucha ida y vuelta entre cuestiones del pasado y del presente. También se pueden escuchar, en formato podcast, en Spotify (Traverso, Di Meglio y Gerchunoff). Si tenés tiempo para uno, recomiendo el de Di Meglio.
El Archivo General de la Nación recibió más de 10 mil documentos y objetos familiares de Raúl Alfonsín. Comparto la noticia para visibilizar un poco la forma de trabajar de lxs historiadores, que depende en gran medida de la posibilidad de poder visitar fuentes en los diferentes archivos. Por eso, la actual pandemia también complicó mucho la labor del gremio: hasta el día de hoy, muchos archivos permanecen cerrados.
Esta noticia me sacó una sonrisa llena de melancolía: la Sociedad de Estudios de Historia Agraria (SEHA) de España nombró “Jorge Gelman” al premio a la mejor tesis doctoral de historia rural, en honor a un enorme historiador argentino que falleció, tempranamente, en el 2017. Tuve el placer de tenerlo como profesor, y su partida aún sigue siendo lamentada entre colegas, profesores y alumnxs. Bello reconocimiento.
Los que se levantaron tranquilos el otro día fueron los muchachos de Vox (partido de ultraderecha española): largaron un tweet para celebrar la caída del Imperio Azteca, donde afirmaban que “España logró liberar a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de los aztecas. Orgullosos de nuestra Historia”. Las cifras hablan por sí solas: entre los altos grados de explotación, las guerras y, principalmente, las enfermedades, la población americana en la actual región de México cayó de forma estrepitosa tras la conquista española. Algunos autores incluso postulan que antes de la llegada de los europeos vivían 25 millones de personas aproximadamente, pero a finales del siglo XVI este número se había reducido a menos de dos millones (es decir, una catástrofe demográfica del más del 90% de la población). Que triste y lamentable que estén orgullosos de eso.
En honor al último feriado que tuvimos (porque todxs sabemos que la gran función de lxs historiadores es justificar feriados, ¿no?), esta noticia sobre San Martin: encontraron un retrato suyo inédito en París. Cuesta 1.920 euros o 2.300 dólares. ¿Nos ponemos a vender rifas para comprarlo? Ya que estamos hablando de Don José, a partir del bicentenario de la independencia peruana, el Ministerio de Cultura de la Nación y Canal Encuentro estrenaron un documental sobre el tema titulado “Sueños de Independencia. Gesta sanmartiniana en el Perú”: participan (se pone de pie) Rodrigo de la Serna y la historiadora Julia Rosemberg.
Por último, en estos días también se volvió a discutir bastante el (siempre complejo) tema Malvinas, a partir de las polémicas declaraciones de Beatriz Sarlo y de una polemista de las redes. Federico Lorenz, uno de los historiadores que más sabe sobre el tema, escribió esta nota en donde se propone honrar a los combatientes sin reivindicar la guerra. Para eso, es necesario “encontrar un sentido legítimo a la guerra. No puede haber legitimidad en una decisión de un gobierno ilegítimo, pero esa misma asunción nos puede ayudar a comprender el enorme retroceso que la guerra produjo, y poner en un cuadro de aún mayor respeto a quienes fueron a combatir cumpliendo un deber cívico”. Además, esta semana comenzó una nueva etapa para identificar soldados argentinos en el cementerio de Darwin: el jueves anunciaron que ya identificaron los restos de cinco soldados.
Esto es todo por hoy, te deje bastante para que te entretengas. La idea es enviarles una entrega de esta newsletter cada dos semanas, los sábados a la mañana. Ante cualquier duda, comentario o devolución pueden escribirme al email. También pueden seguir al proyecto en las redes: en Twitter e Instagram. Y, además, podés compartir esta publicación por donde vos quieras.
Abrazo grande!
Santiago
PD: Obvio que el título de esta primera entrega es por esta canción de Sui Generis. Y, como premio de estar haciendo el aguante desde la primera entrega, también revelo de donde proviene el título del newsletter (incluso hay versión en ingles). Sí, soy un fan sin remedio de Charly García, ¿Cómo te diste cuenta?
Hola! Llegué acá a la Lista Clío (la Lista que nos llena de mails con cosas que pocas veces podemos hacer). También soy profe de historia pero por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Es bien interesante tu propuesta de articular el conocimiento histórico con la divulgación ya sea mediante un newsletter, un podcast, un artículo, etc. También me preguntaron miles de veces sobre Felipe Pigna!!
Te felicito por la iniciativa!